Jaïpur Bracelet by Boucheron

Este perfume de comienzos del 2012 es el primero fabricado para la casa francesa de joyas y relojes Boucheron dentro de la nueva licencia de fabricación adquirida por Inter-Parfums, la cual fue obtenida desde L’Oreal a finales del 2010 y que tiene como consecuencia el descontinuado de todos los perfumes de la línea con excepción de Jaïpur Homme, Boucheron y Boucheron pour Homme, con Jaïpur Bracelet tomando el lugar de Jaïpur de mujer de 1994 y tomando un matiz más moderno dentro de la familia floral clásica mientras conserva el concepto de joya de inspiración india. El envase mantiene la forma de botella propuesta por Jaïpur en forma de anillo o brazalete con una piedra en su parte superior que corresponde al tapón y con grabados decorativos en el vidrio con efecto esmerilado, cambiando el color del líquido de amarillo a rosado. En el sitio de Boucheron destacan que las notas aromáticas de este perfume son: petitgrain, verbena, albahaca, hojas de violeta, claveles, jacinto, lirios del valle, ciprés, madera de cachemira o Cashmeran (una molécula que se mueve entre aromas de ámbar, madera y cuero) e iris.

En partida el perfume se inclina hacia una mezcla de florales rojos con base frutal en torno a peonías con frambuesa y grosellas que presentan una desviación hacia uvas y vino por unos breves instantes, teniendo a los 5 minutos un enfoque relativamente juvenil que se vuelve más serio sobre los 15 minutos al incorporarse capas cremosas cercanas en un primer momento a tuberosas pero que luego se aligeran hacia gardenias con una componente de damascos. En fase media a 30 minutos el perfume mantiene a nivel superior una capa de crema que gira alrededor de tuberosas y gardenias frutales y dulces con un dejo ácido al fondo de rosas de jardín, sumando componentes verdes que en principio se sienten como variantes de tallos pero que sobre los 40 minutos se afinan en tintes de romero suave con albahaca ligera, con un aire a florales clásicos al fondo que traen un recuerdo de LouLou de Cacharel por el lado de unas flores de azahar que tienden rápido a lirios del valle a 1 hora de aplicado, pero que son solapadas por un aumento del tono cremoso floral dulce. Al llegar a 2 horas el perfume mantiene el efecto cremoso que se independiza de las ideas de tuberosa y gardenia en favor de duraznos y damascos, privilegiando la presencia a nivel secundario de nuevos florales más clásicos que reflotan la idea de jardín en torno a lirios del valle y con apertura a florales más azules tipo violetas o jacintos que rondan los jazmines y el iris, con un fondo seco de madera o cuero que va acompañados de bergamotas ligeramente amargas tipo cáscaras de naranja, seguida de una oscilación breve de moras por el lado de las violetas que vuelve a ser absorbida por la crema y por repuntes de gardenia a las 3 horas y media. Sobre las 6 horas el perfume mantiene una evolución lenta donde sigue privilegiando un centro de crema sobre florales, reduciendo la madera antes que llegue a un efecto chiprés y dando profundidad a la línea de violetas que se vuelve más fría inclinándose hacia la familia del jazmín por un dejo jabonoso, incorporándose a las 9 horas grupos de peonías más frutales que no llegan a ácidos de frambuesas y que se sienten como un derivado del cremoso, volviendo a dar líneas más jóvenes de frutales neutros al durazno sobre lirios del valle que heredan el jabonoso del jazmín, manteniendo rasgos de florales clásicos al fondo que dan la sensación de un perfume conocido de la década del ochenta. En fase final a 24 horas el grupo cremoso cambia a tintes de madreselva con gardenia y efectos de polen de lirios del valle cruzados con el repunte de una tuberosa no clásica y simplificada ligeramente frutal, con una base de verdes delicados con pimienta rosada y tallos secos que contienen fríos de violeta e iris fresco.

El perfume tiene un inicio juvenil que con el tiempo se estabiliza en líneas más serias y cercanas a clásicos limpios y correctos, sin profundizar en intenciones complejas o de restricciones de uso, sintiéndose grata en un uso de diario principalmente primaveral y tendiendo a veranos en interiores, mostrando una línea social que se mantiene incluso en inviernos poco fríos donde destaca el dulzor del durazno con la tibieza de la crema, principalmente con un enfoque semiformal que se relaja a mayor edad. En oficina la fragancia ofrece vetas llamativas a pesar de tener un efecto memoria mediano por confusión con otras fragancias cremosas tibias con florales en la línea de Tresor de Lancôme con Forever de Mariah Carey por mencionar algunos, dando una imagen femenina empática y con líneas joviales elegantes que presentan un inicio adolescente pero que se entiende como un momento de relajo personal de camino al trabajo, proyectando seguridad y confianza y apegándose a lineamientos laborales que van del formal joven al semiformal de más edad. En el campo nocturno la fragancia destaca por elegancia y pulcritud, alejándose del dinamismo de fiestas informales y sosteniéndose por el lado acogedor y atractivo en reuniones íntimas y cenas, funcionando bien como aroma no complejo de matrimonios en primavera. En lo romántico la veta cremosa produce curiosidad y empatía, invitando a acercarse y presentando líneas ligeramente adictivas a corta distancia en un marco pulcro de ambientes limpios. Rango de edad entre 20 y 60 años.
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