Dolce & Gabbana Light Blue Dreaming in Portofino by Dolce & Gabbana

Esta fragancia del año 2012 es una de las 2 ediciones especiales de hombre y mujer preparadas para la serie Light Blue de Dolce & Gabbana, y que hacen referencia a situaciones relajadas de pueblos de Italia apegándose a un estilo de vida mediterráneo lejano de las urbes, en particular con Dreaming in Portofino imaginando un momento de contemplación ideal en las costas italianas de Portofino y la sensación de estar de vacaciones en un lugar de ensueño. El envase mantiene la forma de botella establecida en la versión original del año 2001 y que a su vez provenía del primer perfume de la marca de 1992, eliminando el efecto de esmerilado por un vidrio completamente transparente y con la tapa manteniendo la franja plateada pero cambiando la porción superior celeste a transparente, con la caja llevando una imagen de un horizonte marino con cielos celestes y mar azul, con un peñasco rocoso al centro que contiene un árbol . En el sitio de Dolce & Gabbana dedicado a sus fragancias sólo destacan las versiones originales de Light Blue, sin que se disponga de un detalle oficial de su composición para esta nueva serie.

En partida la fragancia tiene una inclinación floral fresca y medianamente seria a la vez, con ideas de jazmines polvosos insertos dentro de un ámbar fragante con poca presencia frutal y nulos puntos de pera como en el original, con vetas de limón de colonia clásica casi infantil al fondo que varían hacia violetas e indicios de talco de iris sobre los 10 minutos. En fase media a 30 minutos el aroma adquiere un carácter más frutal como derivado de las flores, con puntos más rojos tipo grosellas sobre alimonados ligeros que no llegan a fresias y que rondan en torno a pomelos, conservando un iris fresco que se solapa fácilmente con el efecto de limón y que a 1 hora se aligera en torno a ideas de peonías frescas con capas frutales rojas no ácidas más un punto de limón asociado a un seco de pimienta rosada o madera. A 2 horas el perfume afina sus líneas de frutales rojos derivados de peonías con efectos bajos de rosas y complementándolos con grupos alimonados dentro de un marco fresco, relegando a nivel de base a un segundo grupo más oscuro que contiene restos de iris y violetas y que asciende por momentos con un efecto licoroso de ámbar, incorporando líneas de pachulí más serias y relacionadas con polvosos más húmedos de bosque a las 3 horas. Gradualmente la fragancia comienza a mostrar bajas en su intensidad a partir de las 6 horas manteniendo un estructura aromática relativamente estable, distinguiéndose una mayor proporción de tonos jabonosos asociados a flores blancas que reemplazan a las peonías con frutos rojos, con el punto de pachulí desarrollando un cuerpo licoroso que es el que muestra más evoluciones en las horas siguientes, dando un paso por ámbar y tonos ahumados que se acercan a tonos de caramelo áspero y ligeramente tostado a las 8 horas y que vuelven a abrirse a ácidos hacia las 10 horas con un tono breve de maracuyá, el cual desaparece a las 12 horas cuando el perfume retorna a jabonosos fríos con puntos de polen frío y sensación de jazmines a la violeta. En fase final a las 24 horas la fragancia mantiene un carácter jabonoso mucho más tenue que en las etapas anteriores y con influencia de flores limpias y musk vegetal con aires de savia, con un punto frutal más tropical y esporádico que recuerda las maracuyás de Hypnôse de Lancôme en un formato suavizado, todo matizado por un ámbar más fresco y por tintes ligeros que se sienten como vestigios de pétalos y tallos de rosas y peonías.

La fragancia deja atrás el aroma característico de peras al agua de la versión original del 2001, y que sirvió de inspiración para varios perfumes posteriores a esa fecha, cambiándolo por un enfoque más clásico en torno a frutos rojos de peonías que a la vez son menos dependientes de un clima caluroso, enfocándose dentro de un marco de diario hacia épocas más bien primaverales que veraniegas y mostrando mayor rigidez en actividades deportivas o al aire libre, tomando a la vez un matiz más serio y semiformal. En oficina la falta del punto característico de peras con frutas brillantes y el uso de tonos rojos más mesurados hace que la fragancia tenga mayor dificultad en ser memorizada o identificada, mejorando en un desplante más laboral y correcto dentro de un marco semiformal aunque perdiendo empatía e impacto entre colegas. En el caso nocturno el aroma tiende a seguir líneas estándares incluso cotidianas que encajan bien en reuniones con amigos o cenas pero sin brillar por encima del promedio, aumentando su rigidez en fiestas informales y sintiéndose simple en eventos formales. En lo romántico la fragancia mantiene líneas femeninas más personales que sensuales, careciendo de puntos especiales que llamen la atención a distancia y que inviten a acercarse. Rango de edad entre 25 y 60 años.

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